Los escribientes

mamanatas cuenta que…

paparracho es graciosín (menos cuando se pone el traje para ir a trabajar, que le cambia el semblante y se pone serio serio, y yo me parto). También me hace reír (y pasar vergüenza, para qué negarlo) cuando se poner a bailar exageradamente en una tienda, en la calle, en el supermercado… Le encanta la buena música, el buen cine, la buena literatura, el buen vino, la buena comida: todo un sibarita global. Y por supuesto y sobre todas las cosas, ¡el Sporting! Si realmente existe la media naranja, la tengo a mi lado: estamos tan compenetrados que muchas veces me damos miedo cuando decimos a la vez la misma frase, con sus artículos, sus nombres, sus verbos y hasta sus adverbios.

Me encanta cuando lo veo jugar a lo bruto con el guaje, y cuando se inventa canciones-chorra para él, y cuando lo lleva encima de los hombros de paseo, …
Su superpunto negativo: siempre me creí vaga ¡hasta que lo conocí!

paparracho dice que…

mamanatas es divertida, buena amiga, estupenda con la plancha de planchar y regulera con la de cocinar (lo que ha condicionado el reparto de tareas en casa). Algo insegura pero tenaz, no es consciente de todo el potencial que tiene y suele necesitar apoyo para lanzarse a cualquier aventura. La última ha sido volver a estudiar exitósamente aprovechando la llegada del guaje a casa y me siento muy orgulloso de ella. Agnóstica y supersticiosa al mismo tiempo, racional y emotiva, bastante celosa y escrupulósamente perfeccionista.

Por encima de todo, es una madre ejemplar y una persona maravillosa con la que compartir la vida hasta que la muerte nos separe. Eso sí, el mando de la tele, hasta entonces, lo manejo yo!!!!!

Y los dos pensamos del guaje…

El guaje es pequeñín y cariñoso (estilo gato) como su madre y guapo y rompehuevos como el padre. Un ángel con puntualísimos arrebatos demoníacos y una sonrisa pilla casi permanente. Dormilón como ninguno, terco y confiado. En dos días aprenderá a escribir y se adueñará de este blog. No nos cabe ninguna duda.