Donde dije guaje digo neñu
O digo “guaje+neñu”. Porque hoy he venido a hablar de mis hijos. Sí. Del primero y del segundo. Y del mayor, paparracho, por qué no. De cómo me siento. De qué tal nos vamos acoplando. De cómo parí. Porque ahora, además de sumar experiencias, se comparan; a veces es feo pero es inevitable…
Los partos, bien, gracias. El primero muy bueno. El segundo igual de bueno pero mejor por ser más rápido incluso. En los dos epidural en vena o donde te la pongan, que ya no me acuerdo de la explicación de las clases de preparación al parto (del primero, of course, porque con el segundo… ni clases ni clasos). No soy yo de estas chicas de ahora naturales que prefieren parir con dolor y sentirlo mucho. Yo lo siento mucho, pero aunque me encantaría pasar por la experiencia sin epidural viendo lo que cuentan algunas… no. Lo confieso, no soy valiente para ello.
En el primer parto hubo enema así que riesgo cero de canoa, pero en el segundo, como iba todo tan rápido, no hubo evacuación previa controlada y siempre me pregunto si hubo escape o no… vamos, si me fui de vareta. De paparracho no me fío ni un pelo porque se sonríe maliciosamente mientras dice “yo creo que sí” y esto me lo hace muchas veces cuando se mete conmigo contando alguna mentirijilla para dejarme mal. Así que yo creo que no.
paparracho: está feo que un hombre hable en estos términos de una mujer… y yo además de un hombre, soy un caballero. Vamos a decir únicamente que en aquel quirófano muy bien no olía… ahí lo dejo!
Aun así disfruté como nunca de los dos partos. Cuando ya están saliendo y te dicen que los cojas (bien agarrados también por el gine, claro: a ver quién se fía de una parturienta nerviosa, cansada, medio drogota y quizás ligeramente cagada) y te los pones/n encima eeesss… Y aquí lo dejo porque no me quiero poner pesada ni ñoña. Es “lo más” y punto.
Una vez paridos, la sensación con la lactancia materna está siendo mejor ahora; para mí en este aspecto la experiencia es un grado. Más o menos sabes lo que te espera, las grietas las controlé en esta ocasión desde el principio, me tatué en la parte de arriba de la teta izquierda la palabra “a” y en la teta derecha “demanda” para que al bajar mis ojos las vieran y lo tuviera bien presente y así, creo, desde mi humilde opinión, que el neñu me usa más de chupete que el guaje; de esta manera, las noches fueron mejor con el primogénito, primero porque fue un marmotín de manual y segundo porque era más chupetero de goma y el neñu es más chupetero de teta. Quizás más esfuerzo pero más placentero, todo hay que decirlo. ¿Como el parto sin epidural? Ahí lo dejo.
paparracho: Ay, madre mía, que ésta se me hace lactivista ahora… ¡bueno, qué coño! Si era súperfeminista cuando la conocí y ahora su mayor sueño es que a mí me suban el sueldo algún día lo suficiente como para dejar de currar y ser una mantenida. ¡Dónde está mi mamanatas, que me la han cambiado!

Esto es en lo que estará pensando paparracho ahora cuando habla de feministas, jajaja, pero bueno, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid: QUE NADIE DECIDA POR MÍ.
A los dos los quiero con todo el alma aunque no esté dedicando el mismo tiempo ni las mismas atenciones al segundo. Y, sin embargo, en los momentos en que puedo hacerlo me encanta achucharlo con fuerza, disfrutarlo al máximo e intentar grabar con fuego estos momentos con mi nuevo bebé, en parte porque probablemente sea mi último bebé . Y el hecho de saber esto hace que sienta una terrible nostalgia por saber que no volveré a usar un predíctor, que no volveré a estar embarazada, ni a tener un parto, ni a tener otro bebetón mío propio. Y digo probablemente porque a paparracho me parece que no le engaño con un tercer vástago ni de coña. Hombre, si se trata de llevar al extremo lo de engañar y tenerlo con otro… pero no, ni de lejos entra en mis planes. Porque al mayor, a paparracho, lo quiero con locura, aunque él piense que lo tengo aparcadito y olvidado gracias a los herederos. Nos quiere, nos cuida, nos protege y me encanta que sea el papá del guaje y del neñu.
paparracho: bueno, bueno, bueno… ¿peloteo máximo para ver si dejo la puerta abierta? pues son muy hermosas sus palabras, bella dama, pero sólo le puedo decir que disfrute al máximo de su último bebé. 😉 Y me encanta que me digas que me quieres con locura (y lo de nos cuida y nos protege me ha llegado al alma, muy de la Sección Femenina, jejeje), pero un poco aparcadito y olvidado sí me tienes… 😦

No sé si en aquella época estos manuales de buena esposa causarían mucho revuelo, pero la verdad es que lo ves ahora y es para mandar al «guionista» al Club de la Comedia, madre del amor hermoso.
La organización familiar por ahora está yendo bastante bien. La hora de acostarse de los peques se nos alarga más de lo que nos gustaría pero es más debido al horario de trabajo de paparracho que al hecho de haber aumentado la familia.
Ver veremos cómo acabo de loca cuando empiece yo de nuevo a trabajar y pierda la mínima cordura que me queda: pocas e intermitentes horas de sueño nocturno, madrugones, curro, malcomer, carreras para recoger a los churumbeles en dos barrios distintos, teletrabajo, juegos con los peques, compra, labores domésticas, baños, cena, vida marital, pocas e intermitentes horas de sue…zzzzzzz…zzz…zzzzz…zz…zzzzzz… ¡aaaaaagghhh!! ya estoy loca solo de escribirlo!! A esto añade hueco para los extras: una pizquita de vida social, todas las pelis y series que quiero ver, todos los libros que quiero leer, enfermedades, médicos, revisiones de pequeños, de adultos, de animal y de coche, reuniones con los jefes, con las profes, con el AMPA, la lavadora que se rompe, el seguro del vecino por las humedades, el arreglo de esa chaqueta que llevas meses sin poner porque no le has cosido el botón, el cumple de un familiar, el nacimiento de un bebé amigo… ¡aaaaaggghhhh! quiero otra baja maternal, quiero ser ama de casa, quiero ser saaanta, quiero ser beaaata… ay, que ya me quedo loca del todo y se me va la pinza.
Finalizo mi post con su título: donde dije guaje digo neñu; o digo paparracho. ¡Porque eso es otra! Eso que hacen todas las madres y que nunca pensé que me iba a ocurrir a mí cuando lo fuera #estápasando: a los tres les cambio el nombre; gasto los tres intentos hasta que acierto. Y me temo que si tuviera tres retoños más los gastaría todos hasta dar con el bueno. Qué razón tiene paparracho cuando dice que no quiere más prole… seguro que al de los dientes le doy la teta y al de cinco meses el punzón para troquelar las fichas del cole :O
Ayyy, si es que tienes dos santos!!! Y digo dos, porque a paparracho no sé cómp lo aguantas. Comparto tus sentimientos hacia los partos y espero tener la misma suerte para mi segundo.
Y yo llamo a la niña con el nombre del padre!!! Vale que se parecen, pero tanto tanto…
Y que viva la teta (y la epidural)!
Bueno, lo único malo de mis dos santos, que ya lo sabes tú, es lo que gritan llorando, ozú! Y paparracho tiene sus días… que también lo sabes.
Sobre tu segundo parto, creo que va a ser buenísimo, así lo intuyo no me digas por qué y, sobre todo, con esa actitud tienes que ir, hay que visualizarlo 😉
Lo raro es que no llames a la niña con el nombre del padre cuando se porta mal, porque el padre a veces tiene alma de niño, jijiji
Recuérdame que te cuente el debate que tuvimos por aquí sobre la lactancia… ahora dice que soy una radical, ¿te lo puedes creer? Con lo sensata que soy yo…
Y la brasa que te dio él para el primero!!!
¡¡Qué suerte con los dos!! yo no usé epidural pero no por valiente ni por «naturista», sino porque me da más miedo parir con ella que sin ella (la mayoría de los casos que conozco acaban en cesárea porque se paraliza el parto). De todas maneras, no me hizo falta, llegué con 8 cm, si vuelvo a parir ojalá sea igual de rápido.
La verdad es que, siendo tan buenos como son, lo de un tercero yo no lo descartaría. Ya conseguimos que te regalase un gato, no veo tan descabellado conseguir el tercer vástago, jijiji
La verdad es que las experiencias ajenas nos influyen mucho en nuestros miedos y a mí nadie me había contado cosas malas de la epidural, solo que quitaba el dolor así que dije: póngame cuarto y mitad, por favor!
Jajajjaja, ahí les has dao con lo del gato, lo que pasa es que en esta ocasión lo del tercero yo lo digo con la boca pequeñita no como la gata que lo tenía clarísimo. Y encima seguro que si me animara saldría otra colita y ya no sé cómo lo llevaría con cuatro tiarrones, jijijijij
Jajajaja, me encanta el post, tranqui lo del cambio del nombre va con la maternidad yo llamo al padre, al hijo y a la gata muchos, muchos, días….como mi madre, jejejejeje. Enhorabuena hermosos disfrutar mucho que ya sabéis que se pasa volando.
Muchas gracias, Sara, por tu enhorabuena!!
Ay, a tu madre tienen que picarle las orejas con tanto recordatorio hacia ella, jeje.
Y tanto que se pasa rápido, y otra vez que pienso en mi último bebé… sniff sniff. Esta tarde le toca al bebetón otra tanda de espachurramiento amorosomaternal, pobre…
ajajajajajaaa lo del final de los nombres es la risa, yo pensaba que era cosa de mi suegra que también agota todos los nombres hasta que da con el bueno pero ya veo que parece más normal de lo que yo pensaba jiji
un beso
Y a ti no te pasa?? Yo pensé que nos pasaba a todas las madres… a ver si va a ser cosa de la edad y estoy envejeciendo prematuramente, jjajajaaj
Besos!!
Eso de mezclar los nombres también le pasa mucho a mi suegra… Veo que estáis disfrutando la experiencia a tope y me congratulo por ello.
Por cierto, los manuales esos de la buena esposa son una caña Yo cada vez que leo uno tengo una extraña mezcla de indignación e hilaridad muy difícil de explicar.
Por lo demás, con calma, que siempre se puede decir, con aires de superioridad, que las chaquetas sin algún botón son la última moda en Milán. Total… Besotes!!!
Pero bueno, qué pasa con los nombres y las suegras??!! Que vale que el tiempo pasa volando pero no tengo yo edad todavía ni mis churumbeles para ser suegra… me entran sudores fríos pensando en las lobonas que me los robarán (he dicho yo eso?!)
Los manuales de la buena esposa mejor tomárselos a risa porque vaya tela!
Yo con lo de la ropa, en el fondo, voy muy a la moda… entre los botones que me faltan y que renuevo cada mil años, voy vintage total (ejem)
Creo que yo también estoy en esa fase de querer que al papá de la bichilla le suban el sueldo para dedicarme a ser mamá, ama de casa y mantenida y que la baja de maternidad no se acabe nunca.
Eso es! Pero cuidadín! No es un camino de rosas… que el estar 24 horas con un bebé sin prácticamente ninguna conversación adulta puede hacer que tu cabeza electrocute o algo 😉
Ay, esa nostalgia del bebé que tenemos las mujeres! A mí cada vez me aprieta más el reloj… pero mi marido está del lado de Paparracho y no quiere más, así que nada, a olvidarlo!
Qué suerte que hayas tenido esos partos tan buenos y seguro que los postpartos también lo han sido. Yo lo pasé tan mal en el postparto que prefiero ni recordarlo!
Muchos besos, familiy!
Sí, está claro que algo nos pasa. A mí antes no me gustaban mucho los bebés, prefería los niños a partir del año y medio/dos años, pero ahora pienso en la palabra «bebé» y como si fuera un conjuro me entran unas ganas de tener otro… ¡¡que el guaje tiene 5 meses!!
Con los postpartos hubo de todo: el primero lo recuerdo bastante malo y el segundo bastante bueno; yo creo que aquí también influye la experiencia previa, el saber qué te vas a encontrar. Y los puntos, claro. Porque la primera vez los tenía peor situados y lo pasé bastante mal pero ya sabes que la oxitocina hace que te olvides, así que… oootro, oootro, oootro, jejejejej. Tú aprieta un poco, mujer, que a lo mejor cuela 😉
Besos!!
Jiji eso de donde comen dos comen tres,es una historia.
Pero tú has tenido mucha suerte con los peques.
Y tanto que es una historia. Yo viendo lo que come el guaje de lo que le gusta, por ejemplo, de carne buena, miedo me da cuando lo que se siente a la mesa sean dos adolescentes con su bigotillo incipiente…
Lo de la suerte, vamos a ver cómo nos sale el neñu, que por ahora es un gritón de tomo y lomo :O
Me encanta,tienes unos nenes preciosos,de paparracho no hablamos porque seguro que nos nos ponemos de acuerdo,lo de los nombres me alegro,porque yo pensaba que eran cosas de la edad.
De las suegras mejor no hablar,y de las lobonas tampoco,jajaja
Me alegro mucho,que formeis una familia,tan FELIZ
Qué va a decir la güelona de los nenes? Pues que son preciosos, buenísimos y listísimos, como el fíu! Jijijii
Yo no soy lobona, eh? Bueno, solo lo justo 😉
Ains, amiga, cómo te entiendo, yo también intento disfrutar al máximo de mi recién llegada bebé, porque será la última, a mi no me engaña nada, porque aunque me enamora, no quiero volver a dar a luz, ni un pos parto, ni una subida de leche,argg!
Disfruta de tus hombres, que son la caña!!
Besos mil
Yo pienso que, en general, el postparto es peor que el parto y, como decía mi nazi-matrona: eso nadie te lo cuenta.
Y eso que en mi caso no puedo decir ni mú porque con el segundo no me he enterado de nada, ha sido un gusto total.
No escupas pa’rriba a ver si te cae en la boca, y un día te toca la loto y te animas a por el trio lalalá, jejejwj
Besos y ánimo, guapa!!
Solo te digo una cosa, Mamanatas. No hace mucho tiempo dabas por perdido el tener una gatina, y ahora es la reina de la casa (con permiso del Guaje y el Neñu) , así que no pierdas la esperanza de cumplir el «no hay dos sin tres», que me parece que Paparracho es un pelín facilón.
Sólo te digo que Lacuñá decía que la fábrica estaba cerrada, y un noche que nos quedamos de canguro van y rompen el candado. Ahí lo dejo.
Que bien que vuelvas a escribir, se os echaba de menos.
Besines!
Bueno, pero es que como explicaba más arriba lo de un tercero (seguro que sería otro varón) ni siquiera yo lo tengo claro… Lo digo un poco para poner nervosio a paparracho, y lo consigo! jajajajaj
Pero tendrían que darse una serie de circunstancias para que me animara de verdad de la buena… por ejemplo, que me toque pasta gansa pero mucha mucha y a lo mejor… también se me rompe el candado 😉
Besos!!
Chicos, sois geniales! Pero….paparracho, deberías entender bien lo del cambio de feminista a defensora del amamanto….tú también ibas para sindicalista y acabaste de banquero….yo a eso lo llamo tener la mente abierta, nada mao en ello.
Besooooooooooo y seguid escribiendo 🙂
zz941057! Qué ilusión! Aquí zz931099 😀
El banquero anarquista de Pessoa, como dice Carlitos. Pero yo cumplo mi función ahí, insuflando humanidad desde el caballo de Troya, pero aquí Clara Campoamor… quién la ha visto y quién la ve! jajaja
Pero queréis dejaros de frikismos con vuestros códigos ingenieriles?? Anda que..
Pues ya que paparracho acabó de banquero podía haber sido de los gordos y no de banquerucho que no me quita de trabajar, jijijij
Muchos besos zz941057!! Se os echa de menos! 😦
Me ha encantado :). Ayer precisamente hablaba con una amiga recién parida de que últimamente tengo más ganas de un tercero, pero gracias a hablar con ella esas ganas se me fueron, jajaja. Y después de leerte… aun más. Que sí, que es muy bonito y todo eso, pero en mi segundo parte quise morir y los primeros meses de bebé me dan una pereza…
Perdón, en mi segundo parto, quería decir.
Gracias Golosi!!
Cómo te va a dar pereza un bebetón!! ay, con lo achuchables que son!!
Hombre, si sale llorón y de dormir mal no es pereza, es un putadón pero si es tranquilote puedes irte con él al fin del mundo.
Vamos golosi, terceeero, terceeero… 😉
Jajajaja! Acabo de toparme con tu blog y me ha encantado como escribes!! Vendré más por aquí…
Muchas gracias y bienvenida a nuestra casa!!
Aviso: no escribo sola… escribimos los dos y somos un poco chungos: nos tiramos los trastos cada dos por tres en plan pimpinela :O
Encantada de verte más por aquí!!
Jajaja oye pero piensa lo importante después de todo: no has perdido el sentido del humor! Y eso es clave para torear el día a día 🙂
Muy sabias tus palabras! Hay que intentar no perder el sentido del humor porque tal y como está el patio… a este paso nos cobran hasta las risas.
Besos!