Archive | febrero 2014

Donde dije guaje digo neñu

O digo “guaje+neñu”. Porque hoy he venido a hablar de mis hijos. Sí. Del primero y del segundo. Y del mayor, paparracho, por qué no. De cómo me siento. De qué tal nos vamos acoplando. De cómo parí. Porque ahora, además de sumar experiencias, se comparan; a veces es feo pero es inevitable…

Los partos, bien, gracias. El primero muy bueno. El segundo igual de bueno pero mejor por ser más rápido incluso. En los dos epidural en vena o donde te la pongan, que ya no me acuerdo de la explicación de las clases de preparación al parto (del primero, of course, porque con el segundo… ni clases ni clasos). No soy yo de estas chicas de ahora naturales que prefieren parir con dolor y sentirlo mucho. Yo lo siento mucho, pero aunque me encantaría pasar por la experiencia sin epidural viendo lo que cuentan algunas… no. Lo confieso, no soy valiente para ello.

En el primer parto hubo enema así que riesgo cero de canoa, pero en el segundo, como iba todo tan rápido, no hubo evacuación previa controlada y siempre me pregunto si hubo escape o no… vamos, si me fui de vareta. De paparracho no me fío ni un pelo porque se sonríe maliciosamente mientras dice “yo creo que sí” y esto me lo hace muchas veces cuando se mete conmigo contando alguna mentirijilla para dejarme mal. Así que yo creo que no.

paparracho: está feo que un hombre hable en estos términos de una mujer… y yo además de un hombre, soy un caballero. Vamos a decir únicamente que en aquel quirófano muy bien no olía… ahí lo dejo!

Aun así disfruté como nunca de los dos partos. Cuando ya están saliendo y te dicen que los cojas (bien agarrados también por el gine, claro: a ver quién se fía de una parturienta nerviosa, cansada, medio drogota y quizás ligeramente cagada) y te los pones/n encima eeesss… Y aquí lo dejo porque no me quiero poner pesada ni ñoña. Es “lo más” y punto.

Una vez paridos, la sensación con la lactancia materna está siendo mejor ahora; para mí en este aspecto la experiencia es un grado. Más o menos sabes lo que te espera, las grietas las controlé en esta ocasión desde el principio, me tatué en la parte de arriba de la teta izquierda la palabra “a” y en la teta derecha “demanda” para que al bajar mis ojos las vieran y lo tuviera bien presente y así, creo, desde mi humilde opinión, que el neñu me usa más de chupete que el guaje; de esta manera, las noches fueron mejor con el primogénito, primero porque fue un marmotín de manual y segundo porque era más chupetero de goma y el neñu es más chupetero de teta. Quizás más esfuerzo pero más placentero, todo hay que decirlo. ¿Como el parto sin epidural? Ahí lo dejo.

paparracho: Ay, madre mía, que ésta se me hace lactivista ahora… ¡bueno, qué coño! Si era súperfeminista cuando la conocí y ahora su mayor sueño es que a mí me suban el sueldo algún día lo suficiente como para dejar de currar y ser una mantenida. ¡Dónde está mi mamanatas, que me la han cambiado!

Esto es en lo que estará pensando papá ahora cuando habla de feministas, jajaja, pero bueno, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid: QUE NADIE DECIDA POR MÍ.

Esto es en lo que estará pensando paparracho ahora cuando habla de feministas, jajaja, pero bueno, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid: QUE NADIE DECIDA POR MÍ.

A los dos los quiero con todo el alma aunque no esté dedicando el mismo tiempo ni las mismas atenciones al segundo. Y, sin embargo, en los momentos en que puedo hacerlo me encanta achucharlo con fuerza, disfrutarlo al máximo e intentar grabar con fuego estos momentos con mi nuevo bebé, en parte porque probablemente sea mi último bebé . Y el hecho de saber esto hace que sienta una terrible nostalgia por saber que no volveré a usar un predíctor, que no volveré a estar embarazada, ni a tener un parto, ni a tener otro bebetón mío propio. Y digo probablemente porque a paparracho me parece que no le engaño con un tercer vástago ni de coña. Hombre, si se trata de llevar al extremo lo de engañar y tenerlo con otro… pero no, ni de lejos entra en mis planes. Porque al mayor, a paparracho, lo quiero con locura, aunque él piense que lo tengo aparcadito y olvidado gracias a los herederos. Nos quiere, nos cuida, nos protege y me encanta que sea el papá del guaje y del neñu.

paparracho: bueno, bueno, bueno… ¿peloteo máximo para ver si dejo la puerta abierta? pues son muy hermosas sus palabras, bella dama, pero sólo le puedo decir que disfrute al máximo de su último bebé. 😉  Y me encanta que me digas que me quieres con locura (y lo de nos cuida y nos protege me ha llegado al alma, muy de la Sección Femenina, jejeje), pero un poco aparcadito y olvidado sí me tienes…   😦

La Sección Femenina, qué gran invento...   :S

No sé si en aquella época estos manuales de buena esposa causarían mucho revuelo, pero la verdad es que lo ves ahora y es para mandar al «guionista» al Club de la Comedia, madre del amor hermoso.

La organización familiar por ahora está yendo bastante bien. La hora de acostarse de los peques se nos alarga más de lo que nos gustaría pero es más debido al horario de trabajo de paparracho que al hecho de haber aumentado la familia.

Ver veremos cómo acabo de loca cuando empiece yo de nuevo a trabajar y pierda la mínima cordura que me queda: pocas e intermitentes horas de sueño nocturno, madrugones, curro, malcomer, carreras para recoger a los churumbeles en dos barrios distintos, teletrabajo, juegos con los peques, compra, labores domésticas, baños, cena, vida marital, pocas e intermitentes horas de sue…zzzzzzz…zzz…zzzzz…zz…zzzzzz… ¡aaaaaagghhh!! ya estoy loca solo de escribirlo!! A esto añade hueco para los extras: una pizquita de vida social, todas las pelis y series que quiero ver, todos los libros que quiero leer, enfermedades, médicos, revisiones de pequeños, de adultos, de animal y de coche, reuniones con los jefes, con las profes, con el AMPA, la lavadora que se rompe, el seguro del vecino por las humedades, el arreglo de esa chaqueta que llevas meses sin poner porque no le has cosido el botón, el cumple de un familiar, el nacimiento de un bebé amigo… ¡aaaaaggghhhh! quiero otra baja maternal, quiero ser ama de casa, quiero ser saaanta, quiero ser beaaata… ay, que ya me quedo loca del todo y se me va la pinza.

Finalizo mi post con su título: donde dije guaje digo neñu; o digo paparracho. ¡Porque eso es otra! Eso que hacen todas las madres y que nunca pensé que me iba a ocurrir a mí cuando lo fuera #estápasando: a los tres les cambio el nombre; gasto los tres intentos hasta que acierto. Y me temo que si tuviera tres retoños más los gastaría todos hasta dar con el bueno. Qué razón tiene paparracho cuando dice que no quiere más prole… seguro que al de los dientes le doy la teta y al de cinco meses el punzón para troquelar las fichas del cole :O