Archive | febrero 2012

Crónica de un viernes madresférico y aniversárico

El viernes 24 de febrero era nuestro aniversario. 12 años desde el primer beso, 10 desde que nos fuimos a vivir juntos y 6 de casados. Sí, todo el mismo día, demostrando que el pragmatismo y el romanticismo pueden ir de la mano. Normalmente ese día siempre nos vamos a cenar por ahí a un sitio romántico y de buen comer (más lo segundo que lo primero, realmente) al que nunca hayamos ido. Forma parte del ritual que nos turnemos cada año para ser el que elige el sitio en cuestión. Este año le toca a mamanatas y se masca la tensión en casa ante la inminencia del homenaje gastronómico y la incógnita del lugar. El jueves de esta semana… habremus restaurante. Por primera vez en la historia, este año aplazamos la cena porque coincide que estarán aquí los padres de paparracho para quedarse con el guaje y así podíamos ir tranquilamente al primer Evento de Madresfera.

Menuda ansiedad con esto del evento. Las expectativas generadas en las últimas dos semanas en las que en twitter los TT de la comunidad de padres y madres eran «panchitos«, «loca«, «juerga» y la frase «ya veréis» se quedaron muy lejos de la realidad (tal como sospechábamos). En cualquier caso, lo pasamos estupendamente y desvirtualizamos a unos cuantos blogueros aunque nos quedamos con ganas de conocer a alguno más. Lástima que no hayamos sido más aventureros para romper el hielo y animarnos a ponerle cara a muchos de los blogs que nos rodean. De todas formas, allí estuvimos con:

  • Lady Maján, esposo e hijo, de Desaforando: muy nerviosa con su debut como profesora de washi tape, en un curso que impartía al día siguiente. Fue la excusa perfecta para irse de los primeros.
  • Cruz y Laura, de entremadres: como siempre, muy estilosas, se plantaron allí. Descubrimos que la tecnología está reñida con Laura y que tiene un flamante smartphone que podría cambiarlo por un viejo alcatel, que no se iba a dar ni cuenta. Acudieron sin niñas las muy… y encima se fueron antes de las 8:30. No hay seriedad ninguna.
  • Papa Lobo y familia: teníamos muchas ganas de conocerlos puesto que son pocos los hombres con blog en este mundillo. Una conversación muy amena en la que no quedaron sin nombrar las jeringuillas para el ibuprofeno, aunque nos quedó en el tintero hablar un poquitín de Tim Minchin, pasión común.
  • Y entonces llegó el caos: una de las sorpresas más agradables de la tarde, porque nos pareció realmente encantadora. Vamos a ver, no queremos decir que pensásemos que no lo era, ¡pero es que lo era aún más! Una de esas personas que te encandila al hablar de cualquier cosa con ella porque siempre tienes en frente una sonrisa dulce y una mirada atenta.  ¿Qué más se puede decir? Pues que su blog es bastante macarrilla, así que no es oro todo lo que reluce!  🙂
  • Los padres del Gremlin: también llegaron allí sin niños por excusas varias. Debido a esto, no hubo aparición estelar del gremlin con leotardos y capota (¡qué os va a decir cuando sea mayor y se vea en fotos, amigos!) y ella cambió su tres cuartos de pijo de Serrano de nuestro anterior encuentro por un modelo mucho más neutro y un bolso de una marca de las pijo-modernas. No funcionó del todo el camuflaje, ¡pero buen intento! Por cierto, prometían mucho, pero también fueron de los primeros en marcharse. Qué poca vergüenza.   😉
  • Vaninasblog: otra incauta a la que @patinadora animó a escribir un blog como a nosotros y a la que nos encantó conocer; vamos, que hasta nos dio pena cuando se fue… ¡como si la conociéramos de años, la muy maja!. Empezamos a creer que en madresfera entran cada semana 10 ó 12 blogs nuevos porque la jefa se dedica a convencer a los amiguetes de que se hagan uno. Es muy terapéutico, dice, pero no nos contó nada en su momento de que acabaríamos desnudando nuestras vergüenzas y haciendo de Pimpinela en Público.
  • Sardinas con P: Nos dejamos a esta para el final porque tiene tela la tía. Toda la semana dando la murga con el evento, que nos tenía a todos acojonados porque parecía que íbamos a acabar en un after llenos de criaturas adormiladas a nuestro alrededor y llegó allí a las 7 y cuarto y se fue como 20 minutos después toda acelerada. No se lo pierdan: no encontraban aparcamiento y dejó a su hermana en el coche mientras se acercaba a saludar… surrealista como ella sola. Nunca las espectativas estuvieron tan lejos de la realidad; toda una eyaculación madresférica precoz. Nena,¡ahora nos debes un poco de tu tiempo y organizar tú misma un sarao en condiciones! Por cierto, hizo muy buenas migas con la madre del gremlin, y es que esa criaturita que la acompañaba llevaba capota y leotardos y claro, eso une que no veas!

De todos los nombrados anteriormente, a Ladymajan, Papalobo y a nosotros nos hicieron una pequeña entrevista sobre madresfera y este pequeño mundo de los blogs de padres. ¿Qué podemos decir? Nos sentimos muy honrados, pero no nos importaría nada si el cámara pierde su tarjeta de memoria… ¡qué desastre! No sabíamos si mirar a cámara o a la entrevistadora y, al final, parecíamos Marujita Díaz moviendo los ojos. Además,  como paparracho es más echao p’alante y mamanatas más tímida, al final uno parecía un acaparador y la otra una pobrecilla sufridora… ¡un cuadro!

Vaya, esta no es Marujita, ¡pero es que cada vez se parecen más!

En el evento se daban a conocer dos marcas. Noñoño y Miss Cestas Personalizadas.

De los primeros ya hemos hablado en varias ocasiones en el blog y somos muy «fans«. Tienen la ropa que los niños escogerían si pudiesen (dice su eslogan) y la que nosotros compramos cada vez que podemos. Se presentaron con todo su arsenal de algodón del requetebueno que ya ni se ve por ahí y diseños fantásticos (pudimos conocer a los diseñadores de la marca también) y unos precios muy rebajados. Éxito rotundo en la tarde, se lo quitaban de las manos. Nosotros nos llevamos 3 prendas y sabemos de quien se llevó hasta 5.

Y porque no tenemos neña en camino, que si no, ¡este vestido caía fijo!

Miss Cestas Personalizadas presentaron en una mesa toda una orgía de colores apetecibles, que invitaban al mordisco. Flores, estrellas, corazones, y todo tipo de formas imaginables componían la gama de dulces que allí se presentaban. Los sabores, también muy variados: bizcocho, chocolate, fresa «pantera rosa», brownie, frambuesa, masa de galletas oreo… vamos, para un goloso: la muerte. Nosotros somos muy chocolateros, pero el dulce en general no es nuestro fuerte. Sin embargo, probamos 4 ó 5 cosas allí y estaba todo delicioso. Con todos esos productos crean cestitas o recipientes en las que los «emplatan» y los sirven a domicilio. Nos pareció una idea fantástica para regalos en días u ocasiones especiales aunque de momento tienen el handicap de que solo sirven en Madrid capital. Esperamos que les vaya bien el negocio para que aumenten el círculo.

Bueno, pues a eso de las 19:30 se terminó el evento y la mayoría de la gente se fue a su casa. Estuvieron algunos de los arriba mencionados tomando una caña breve con nosotros y al final quedamos allí el núcleo duro del grupo, 8 personas (todas ellas con hijos) a las que no nombraremos para mantener su anonimato ya que hemos evidenciado ser unos auténticos rabeneltern (que nos corrija la alemana). Para celebrar el magno acontecimiento, nuestros hijos se hincharon a gusanitos naranjas y viandas varias y luego sucumbieron ante morfeo en sus carritos o en el propio mobiliario del local. Mientras, nosotros dábamos cuenta de buenos vinos, entrañita rica, mollejas increíbles, provoleta y empanadas argentinas deliciosas.

Hubo un momento inolvidable para nosotros cuando una persona de aquel grupo trasnochador nos dio un regalo por nuestro aniversario. Una fantástica maceta de flores de bizcochos, chocolates y coberturas de azucar glass de Miss Cestas que realmente nos emocionó (aunque luego nos lo olvidamos en el bar y tuvimos que volver corriendo, jeje). Aquí una foto que sacamos a la mañana siguiente, sin esperar ni un minuto después para empezar a echarle el diente y comer a dos carrillos. Muchisísimas gracias: eres increíble.

ñam ñam... ¡subidón de azucar!

Fue una gran noche entre Amigos lo que cerró el evento de madresfera; amigos en algunos casos recientes pero con los que ya compartimos no solo cañas sino risas, bromas, confidencias, coñas marineras y todas esas buenas cosas que nunca han de perderse. ¡Tenemos que repetirlo cuanto antes y seguro que lo haremos!

Nuestros blogs favoritos

Quisimos colaborar con madresfera para contar nuestro blog favorito, pero impusimos la condición de hablar de más de uno por no cometer injusticias y porque a éstos los queremos como si fueran hijos… ¿cómo vamos a elegir? Nos salieron tantos que al final a ella le enviamos solo dos de ellos (quizás los menos conocidos) en el mundillo de blogs de padres. Aquí tenéis a esos dos y al resto. Lo peor es que con nuestra lista de blogs favoritos a la mayoría no os descubriremos ninguno que no conozcáis, pero sirva esto como modesto homenaje a sus autores: 

Una mamá española en Alemania: Fue el primer blog de padres al que nos suscribimos. Habíamos flirteado por varios pero ninguno nos enganchaba por encontrarlos demasiado serios en algunos casos, ñoños en otros, aburridos en alguna ocasión o demasiado activistas al defender unos u otros modelos de crianza. El blog de Mamá en Alemania marcó un antes y un después en nuestra relación con la blogosfera: era tremendamente divertido seguir las andanzas de esta madre de menos de 30 (por aquel entonces 😉 ), su maromen alemán pero que parece de los chichos y nada menos que tres hijos de nombre “El mayor”, “El destroyer” y “El del rizo”. Descacharrante,  imprescindible e inevitable, como su biocuñada. La muy teutona lleva más de medio millón de visitas a su blog y casi nunca lee el nuestro, pero la queremos igual.

El hombre ama de casa: Otra de nuestras más antiguas suscripciones. Ser hombre en un mundo de mujeres sirvió para que nos fijáramos en él. Mamanatas encontró lo que paparracho necesitaba: un contrapunto entre tanta madre para ver reflejadas sus inquietudes. Pero es que su autor, Fede, es un faro a seguir para los dos. Es escritor y amo de casa y por su blog no solo pululan las aventuras de sus hijos Juan y Darío sino también recomendaciones literarias, pensamientos revolucionarios, música que parece de nuestra colección, invitaciones a unirse a causas que algunos considerarán utópicas pero necesarias para mantener la dignidad, aventuras fantásticas del niño sónico, el niño catódico, el peluche diabólico… siempre rodeando a una fantástica Mercedes que marca las bases y sirve de eje central en ese universo loco pese a ser quizás quien menos aparece por el blog.

Blog de Madre: El blog de Eva Quevedo y la siguente recomendación, los conocimos a la vez. Los encontró mamanatas buceando por blogrolles varios porque pensábamos que la Mamá en Alemania no podía ser la única madre descojonante del planeta ibérico. Con Blog de Madre tuvimos un flechazo casi instantáneo. Ya se lo comentamos a ella en más ocasiones, por lo que no pasará nada por decir aquí que su forma de escribir tiene esa genialidad tan difícil de encontrar incluso en gente que vive de la literatura. No es fácil encontrar ese talento natural y menos aún cuando lo que se hace es Humor, con mayúsculas. Las andanzas medio reales medio fantásticas (en un punto de equilibrio que ella solo conoce) de Eva, Marido y Lasniñas son tan absolutamente divertidas y están tan bien contadas que varias editoriales rechazaron recogerlas en un libro. Eva decidió autoeditárselo y, como es tan bueno, se empezó a vender como la espuma. Tal es así, que al final sí que una editorial la ha contratado para una segunda entrega. Hubiera sido más poético que ella fuera quienes les cerrara la puerta ahora, así que seguro que es que le han hecho un contrato millonario que lo compensa todo!  😉 

Accidentalmente: Accidentalmente vino casi en pack con Blog de Madre. Cuando descubrimos sus blogs acababan de llegar de un viaje a Israel donde habían tenido un encuentro de madres nomeacuerdoqué, creativas, emprendedoras, imaginativas… algo así. No nos extraña que la invitaran a ir porque ella es todo eso y mucho más y queda perfectamente reflejado en su blog. No vais a encontrar post tan lacrimógenos-risiásticos como los de Blog de Madre, tan reivindicativos como los de El Hombre Ama de Casa ni en los que les pasen tantas cosas a su niña (y niño que aún está en el horno) como le pasan al destroyer de la alemana, pero sí vais a encontrar un poquito de todo ello, porque Accidentalmente es el eclecticismo hecho blog de paternidad. Y por encima de la variedad de los temas que toca, está la Profesionalidad (también con mayúsculas) con la que escribe. Si a esto le unes una personalidad dulce y un carácter que pulula entre lo emprendedor y lo lunático, surgen proyectos como este de madresfera que nos trae a todos locos. Por cierto, ella fue quien nos convenció para dar el paseo de escribir un blog, así que para lo bueno y para lo malo, aquí tenéis a la responsable!

Esto es para una que lo quiere así: La Rubia de Barcelona fue el siguiente descubrimiento blogosférico. Tenía en común con el resto que hemos comentado que también conseguía que nos descojonásemos en cada uno de sus posts. Llegados a este punto, uno podría pensar que tanta diversión asociada a la maternidad no puede dar lugar más que a blogs clónicos, pero es que cada uno tiene un algo que lo hace diferente. En el caso de la Rubia, es su irreverencia. Aquí no hay remilgos ni paños calientes. Lo mismo te habla de hacer grapa destilando la mierda de los pañales de Jomío (íbamos a poner caca, pero no pegaría nada con su blog), que de levantarse por la mañana con una buena doble pinza birmana, que de las fotos que envió a sus padres con la trempada matutina de Jomío o de ingles brasileñas. Parece difícil imaginar una rubia tan brutota y no una de esas florecillas medio tontas que forman el cliché, pero como ella misma dice: las rubias somos o tontas, o brutas o muy putas. Ahí queda eso.

Mi gremlin no me come: Y por fin, una bloguera que no conoce todo el mundo. No porque no lo merezca, vive dios, sino porque acaba prácticamente de llegar. Lo más increíble de la madre del gremlin y la tamagochi no es lo bien que escribe ni lo mucho que te ríes con ella. Tampoco podríamos decir que lo más destacado es la inmensa creatividad que tiene la jodía, que no faltan 3 ó 4 frases absolutamente geniales de esas que a los mortales nunca se nos ocurren. Tampoco su capacidad para la polémica (su post humorístico sobre el método Estivill le generó enemigos mortales y aún suenan ecos por muchos sitios en los que no se distingue bien la línea que separa la ficción de la realidad). Lo más destacable es que es capaz de escribir 3 ó 4 entradas semanales en el blog y sin despeinarse. Casi tan bruta en su escritura como la Rubia (o sin casi), contrasta con su puntazo pijo-clásico y su afición a los leotardos para bebés, pero bueno, nadie es perfecto.

Todos estos son nuestros blogs favoritos, pero no son los únicos. Optamos por ellos porque de alguna manera han condicionado nuestra presencia o nuestra estancia en este mundo de los blogs. Nos da mucha rabia dejar fuera a Diario de una Mamá Pediatra, Cómo no ser una drama mamá, Loulou y cía, Madre de un Bebote, Entremadres, Papá Lobo, Desaforando… todos ellos geniales y que podrían estar en la lista de arriba perfectamente. Perdonadnos!   🙂

Confesiones: En ocasiones somos ñoños

Esperando el perdón y la comprensión de nuestros amigos de noñoño (de cuyo manual somos fervientes admiradores), publicamos esta entrada porque no aguantamos más la careta. Sí, nos gusta ir de guay: vemos pelis y series con las mejores críticas y siempre en versión original (aunque sea en chino-mandarín), escuchamos solo música de calidad y nunca mainstream, leemos literatura de la güena nunca best-sellers, nos gusta Malasaña nos gustas tú…, y así un largo etc.

Pero, de vez en cuando, nos sale a pasear la ñoñería y nos ridiculizamos hasta límites insospechados. Es cierto que nunca le pondríamos borlas en los calcetines al guaje ni pantaloncitos con tirantes sobre leotardos color carne, todo tiene un límite, pero si bien el guaje se libra de estos momentos moñas, nosotros tenemos bastante para callar.  Para hacer creíble este ridículo os mostramos algunos ejemplos:

  • A mamanatas le encantan las cosas tiernas con animalitos. Algo así como lo de la foto. Enchufarse tres capítulos seguidos de The Wire en versión original y disfrutar con esto parece incompatible en la misma persona, pero no.

Es superior a mí. Me traía uno para casa... ¡es tan achuchable!

  • Pero paparracho puede reirse poco si hablamos de ñoñería. El otro día reconoció en público que a veces escuchaba a los Eagles, que es AOR del bueno pero no como para ir confesándolo por ahí. Eso aún tiene un pase, pero lo que no lo tiene es verlo emocionado en navidades bailando con el guaje ESTO:

Como perversión común hay algo que seguro que muchos también compartís, pero que pocos os atrevéis a confesar: las películas de animales, principalmente de perros. Si los animales hablan, ya es imposible que nos despeguemos del sofá. ¡¡¡CÓMO RESISTIRSE A ESO!!!

Y ya con el guaje el agilipollamiento, en ocasiones, es total; a veces le decimos unas cosas horrorosas del tipo: cosita linda, linderito de mi corazón, amor de los papás… hasta que el churumbel se harta de tanta mariconada y nos da un sopapo en todo el gepeto… tal cual, bien merecido.

Nosotros antes no éramos tan ñoños, todo hay que decirlo. Teníamos nuestras cositas (lo de las pelis de canes parlantes venía de serie), pero el embarazo nos alteró el orden neuronal y ahora sufrimos estas perversas consecuencias. Para que apreciéis cómo ya despuntábamos en aquel momento, vamos a compartir con vosotros nuestros primeros regalos del día de la madre/padre:

  • De mamanatas a paparracho: Faltaban dos meses para el acontecimiento y aprovechó para regalarle esta monería. Paparracho disfrutó muchísimo, y eso que mamanatas no dejó pasar la oportunidad para lanzar uno de sus reproches…

Ay, no nos digáis que no está mono apoyado en la placenta como si fuera su almohadita.

  • De paparracho a mamanatas: Ojito al dato con esto. Paparracho hacía una foto semanal del avance de la panza de mamanatas, más que nada por interés científico ya que en ese cuerpecillo de menos de 45 kilos le parecía imposible que fuera a caber un bebé. Una a una esas fotos fueron cayendo, pero al final se animó a montar un vídeo con ello poniéndole la canción que sonaba una y otra vez en la radio cuando hicimos nuestro viaje por Italia en plan road movie (Italia, uno de los lugares sospechosos de ser donde fue concebido el guaje). Cuando se lo enseñó a mamanatas (que no sabía nada)… bueno, inenarrable. Los pelos como escarpias. Muy romántico todo.

Madre, lo acabamos de ver ahora y ¡en perspectiva la cosa es peor de lo que pensábamos!

En fin, hay que asumirlo y tenemos justificación: somos padres primerizos, faltaba una semana para el nacimiento y estábamos tan pletóricos que esa felicidad nos desbordaba y nos dio por aquí a pesar de que el guaje todavía estaba en la barriguita (de mamanatas, paparracho viene así de serie). Esto de la barriguita queda un poco ñoño… pero qué vamos a decir: «a pesar de que el guaje todavía era un feto de 27 semanas, y por tanto, ya hablamos del principio de viabilidad del feto, blablablá blablá «. No nos jodáis, nos quedamos con la primera frase por más moñas que quedemos porque con la segunda parece que estemos hablando de una apendicitis (si metemos algún taco le quitamos ñoñería al asunto, ¿verdad?).

Corriendo el riesgo de generar más polémica y más recelos con este post que con el de «El parto no es solo nuestro» os animamos a que os descojonéis de nosotros abiertamente y/o compartáis vuestra ñoñería para hacernos un favor y así no sentirnos tan mal.

Reflexiones bicefálicas: El parto no es solo nuestro

Como la mayoría sabréis, este blog que llevamos entre mamanatas y paparracho es un espacio en el que normalmente buscamos pasar un rato divertido contando nuestras peripecias personales en la crianza del guaje y también sacándonos los trapos sucios el uno al otro. Alguna vez nos habéis dicho que lo escrito por nosotros os había hecho reir y, sin duda, eso es lo más gratificante que nos podemos encontrar.

De todas formas, el blog está aún en pañales y creemos que también tenemos que tener un pequeño espacio en él para las pequeñas reflexiones que podamos tener sobre algunos temas de actualidad, especialmente si tienen relación con la paternidad. En este caso, la entrada no es divertida y es que el tema no lo es. Sí pretendemos aclarar que lo que aquí (y en posteriores entradas similares) escribamos es una opinión subjetiva nuestra. No pretendemos sentar cátedra ni ofender a nadie, pero intentaremos ser claros al expresar nuestras opiniones.

Terminado este breve aclaratorio, vamos al tema, que no es otro que nuestra opinión acerca de los partos en casa. Decidimos hablar de esto después de conocer la noticia de la muerte de Caroline Lovell, una australiana firme defensora de los partos en el hogar. Ironías del destino, fue a morir dando a luz en su domicilio (murió en el hospital, aunque cuando llegó, era tarde para hacer nada). Está por confirmar si la muerte ocurrió por un paro cardíaco o por una gran hemorragia, pero lo más factible es que si hubiese estado en un hospital, probablemente no habría muerto.

Lo mejor de esta historia es que su bebé no falleció, aunque lamentablemente no podrá crecer junto a su madre. Lo peor, pensar que si quien hubiera muerto hubiese sido el bebé o cualquier otra madre anónima, posiblemente la noticia no hubiera salido más allá de la prensa local, en el mejor de los casos.

¿Tiene sentido que se hagan partos en el domicilio? Es una corriente en alza en estos momentos. Existe gran cantidad de defensores y conocemos muchos blogs que lo apoyan abiertamente. Los argumentos principales son la «deshumanización» y medicalización de los partos en los hospitales.

Nosotros creemos que se debe avanzar en el respeto a las voluntades de los padres en el proceso de parto. Que tiene mucho sentido que exista un plan de parto (si los padres lo desean) que ha de ser tenido en cuenta en la medida de lo posible por los profesionales del centro sanitario. Por supuesto, creemos que debe ser respetado el derecho de la madre a decidir si quiere un enema, monitorización, rasurado o si quiere que se le suministre oxitocina o anestesia epidural. A partir de ahí, nos surgen más dudas.

Una queja muy habitual es el número de episiotomías que se practican en España. El porcentaje es del 60-80% (las cifras varían mucho según la institución/organismo), similar a Francia, mientras que en otros muchos países europeos están por debajo del 20% que da como referencia la OMS. Es decir, aparentemente aquí forma parte de la rutina del parto. Queda mucho camino por avanzar en este aspecto, pero también tenemos que ponernos en el lugar de los profesionales que atienden el parto. Si el médico cree que puede haber un futuro problema en la mujer de no practicarse dicha episiotomía, ¿debe no realizarla porque sea el deseo de la madre? Incluso aunque no pudieran exigírsele responsabilidades puesto que venía especificado en el plan de parto, ¿éticamente podría actuar así? Nosotros creemos que no. Ojalá esta práctica deje de ser tan común y avancemos hacia rutinas más acordes con la OMS, pero en última instancia, el criterio del médico en cuanto a la seguridad de madre y bebé ha de ser más importante que la integridad del aparentemente sacrosanto perineo.

También entendemos las demandas de poder dar a luz con tu música favorita, luz tenue, velas, balones de dilatación, etc, pero en una época en la que tenemos que pagar por el cuidado dental de nuestros hijos o que no tenemos ayudas suficientes para cuidar a nuestros dependientes, consideramos que estos extras no son en absoluto prioritarios. Las defensoras de esta causa lo llaman «parto respetado«. Otra vuelta de tuerca lingüística como lo es la «crianza con apego«. Como si los que dan a luz a su hijo en un hospital no fueran respetados o quienes optáramos por otro tipo de crianza lo hiciéramos con «desapego».

Tener hijos en casa es una práctica tradicional en países como Inglaterra, donde el sistema sanitario es completamente distinto al nuestro y hay gran cantidad de profesionales de la salud que asisten ese tipo de partos. Para que esto ocurriese en España habría que revolucionar por completo nuestro sistema de salud. Aquí, asisten esos partos una matrona o un médico, normalmente acompañados por las llamadas «doulas«,  personas que, como se describen a sí mismas, no tienen por qué tener una preparación académica específica de ningún tipo sino su propia experiencia, que se transmite de generación en generación. Gente posiblemente muy preparada para ayudar en partos sin complicaciones y con una capacidad de empatía mayor que la que se puede encontrar por término medio en un hospital, pero sin medios ni formación para hacer frente a casos que se compliquen más de lo esperado. Igual ocurre con el médico o matrona: formación en este caso existe y un equipo de emergencia, también, pero no estar en el mismo hospital y verse obligado a un traslado de emergencia es un riesgo que creemos que debería ser evitado; sobre todo por que es innecesario. Tener un parto en casa en estas circunstancias es tener mucho valor, sin duda.

Las estadísticas de la American Journal of Obstetrics and Gynecology dicen que, en partos domiciliarios perfectamente atendidos, el riesgo de muerte neonatal TRIPLICA al parto en centros sanitarios. Esto, con profesionales. Con redes de apoyo creemos que es absolutamente imprudente y que los riesgos son inasumibles. Tengamos en cuenta que en partos considerados de bajo riesgo, hasta un 20% traen complicaciones imprevistas según la F.I.G.O. (Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia). En algunos casos, partos programados en Centros Privados son derivados a Hospitales Públicos con más medios para minimizar riesgos ¿y algunos aún se atreven a afrontarlos en su casa apoyados por gente de buena voluntad y sin medios ni preparación médica demostrable?

En la mayoría de las ocasiones, la cosa sale bien. En otras fallecen las madres al dar a luz, pagando un precio muy alto por su activismo por el parto respetado. En los peores casos, los que fallecen son los bebés y sus padres convivirán con el drama de pensar qué parte de culpa tuvo aquella decisión. Si la muerte del bebé se hubiera podido evitar en un Centro Sanitario, cabría plantear el debate de si debería tener consecuencias penales, especialmente en aquellos casos en que se programó un parto en un sitio suficientemente remoto buscando la lejanía de cualquier hospital expresamente. Esto ocurre.

Por ello, nosotros apoyamos que se tengan en cuenta los planes de parto de los padres en tanto que no comprometan la seguridad de madre y bebé y abogamos porque en los centros públicos se avance hacia protocolos menos medicalizados y menos invasivos en los casos de partos sin complicaciones. Creemos que es un punto de partida en el que será muy fácil encontrar consenso y conseguir avances significativos. Por el contrario, nos posicionamos frente a los partos en casa y creemos que es un serio retroceso social y una postura inaceptable en este mundo en el que cada minuto muere una mujer por parir sin atención especializada y que mataría por tener un ginesaurio o matrosauria para ayudarle en el nacimiento de su bebé.